El novelón por la muerte del astro del fútbol argentino, Diego Armando Maradona, apenas empieza. A tres días de su fallecimiento en El Tigre, Argentina, el médico y amigo personal del crack, Leopoldo Luque, está metido en tremendo líos hace unas horas fue imputado de homicidio culposo tras el allanamiento de su casa y consultorio.

Todo esto luego de las declaraciones bajo juramento que habrían hecho las tres hijas del argentino, Dalma, Gianina y Jana. 

Luque rompió su silencio y se defendió de las acusaciones, con lágrimas en sus ojos defendió sus amistad con el futbolista que ha dejado al mundo entero sumido en una profunda tristeza, pero con un inmenso legado para nunca olvidarlo.

El médico y quien fue quien lo operó del edema cerebral aseguro que de los único que es responsable es "de amarlo de amarlo y de cuidarlo". 

En la entrevista que concedió a los medios dijo "Que se hizo lo mejor con Diego, Todos un equipo muy grande. No Luque". 

El médico expresó que no sabe que es lo que está investigando la justicia y que se presentará con sus abogados para ver los que se le imputa. 

"Me parece bien que la justicia investigue", expresó.

Relación con Maradona

El médico Luque contó que tras la cirugía de un edema cerebral, el astro del fútbol sale bien y con una evolución favorable, pero antes de responder las preguntas les dijo a los periodistas que antes de ser su médico era su amigo. 

Luego de consultarlo con otros profesionales de primera linea manifestó que todos coincidieron que "Diego Armando Maradona tenía un síndrome de abstinencia". 

Agregó que "Maradona no quería a los médicos, siquiatras y psicólogos".

Luque dijo que fue él quien lo llevó a internarse, pero nunca en contra de su voluntad.

“Yo lo acompañaba, lo persuadí para hacer lo mejor para él”, indicó.

Además reveló que una vez operado “Diego se quiso ir” y le reveló a los medios que lo más graves era que lo podía hacer pues nunca estuvo en contra de su voluntad. 

“A Diego no se le podía retener”, argumentando los derechos de los pacientes y aclaró que la familia siempre estuvo enterada.

Luego de varias conversaciones y tras sus estados de salud, el médico informó que el siguiente paso era internarlo en un centro de Rehabilitación. Luque reitero una y otra vez que intentó ayudarlo y todo por que a él era el único que escuchaba.

“La única forma de meterle un enfermero en la casa era decirle que teníamos que cuidar la cabeza”, contó Luque.

También habló de que tenia un caracter muy fuerte y "era bravo".

"No sé de su entorno. No había ni buenos ni malos. No sé si lo llevaron a la cancha de Gimnasia (el día del cumpleaños, 30 de octubre) pero yo lo vi mal, no me pareció bien", afirmó el médico.

Diego estaba cansado 

Luque tras responder preguntas médicas empezó hablar de su relación de amistad y es cuando se quiebra. 

"Diego estaba cansado. Era el tipo con más rebeldía. Con más autonomía e independencia que conocí", afirmó Luque. 

Agregó "El quería vivir como Mardona".  

Además señaló que "Diego estaba muy triste, quería estar solo, y no era porque no quisiera a sus hijas o a su familia, o a cualquiera de los que lo rodeaban".

Luque señaló que la cirugía estaba bien "El pudo morirse antes o después".

Advirtió que "Diego no era un objeto".

"Soy la persona que se ocupaba de él. Estoy orgulloso de todo lo que hice. No tengo nada que ocultar. Estoy a disposición de la justicia", dijo el neurocirujano.

Luque, el médico que operó a Maradona del edema subdural en el cerebro en los primeros días de noviembre, y del que se estaba recuperando satisfactoriamente. El 25 de noviembre el crack argentino murió como consecuencia de un paro cardiorespiratorio.

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